15.4.11


Insoportable,no queda en mi ser, un solo rincón convivible.
Trabajo nuevo, ningún amigo,ni uno. Nueve horas de mirar horas, de silencio ante todas, todas mis entradas...
Una suerte este lugar de hija menor en estos casos, años de entrenamiento de la soledad del "Apto para mayores de trece" le dan a mis momentos de exclusión, espacio a absurdas creaciones: ocho años de amigo invisible, rituales de adoración a la luna coreografías de cassettes mezclados,cuadernos y cuadernos de poemas...
Por las siestas inexistentes de esta ciudad todos almuerzan compinches de chiste de oftalmólogo e instrumentación quirúrgica, y yo, en el cuartucho de los ficheros, diseño y pruebo cuidadosamente mi nueva técnica de adivinación.
Raros los casos en que, a primer movimiento, uno encaja la mano en el lugar correcto, del cajón correcto, de la letra correcta para encontrar a puro instinto el paciente buscado con la obra social correcta y teléfono correspondiente, es por eso sabido, que si eso ocurriese más de una vez en la misma búsqueda, hay buen augurio para ese día. Es así, desde su invención funciona en el noventa y ocho por ciento de los casos. Mi último viernes estuvo lleno de movimientos atinados que resultan en cena con amigos, focos mágicos, teatrito viejo y visita guiada por San Telmo...
Voy a acabar con mi ser inconvivible, espero que el nuevo viernes sea para mi otra vez, de fichas encontradas...